La ventaja competitiva de la economía circular

En pocas palabras, la economía circular podría ser resumida como un cambio del modelo económico actual basado en tomar-consumir-desperdiciar hacia un nuevo modelo donde se puedan recuperar los recursos utilizados en ciclos cerrados de valor. Esta definición, aunque se queda corta, en cuanto que no refleja todos los aspectos relacionados con una economía circular, sí define una hoja de ruta que está siendo aplicada en distintos países. Las razones para adaptar la economía circular como estrategia de estado son diversas y pueden ser disímiles, dependiendo de los agentes interesados.

En esta ocasión, hablaremos de aquellas ventajas competitivas que los países pueden obtener a través de una implementación de la economía circular. China desde la década del 2000 ha promovido la economía circular como política pública y en el 2013 lanzó una estrategia nacional para lograr una economía circular (la primera en el mundo). Todo esto se ha logrado también con flexibilidad fiscal, políticas industriales y financiación tanto pública como privada en los sectores relacionados con la economía circular convirtiendo a este país en líder mundial en el desarrollo de recirculación de residuos materiales y la promoción de simbiosis industrial en sus parques industriales. Esto se ve reflejado en el consumo de recursos; ha pasado de 4.3 kg de material por unidad de PIB en 1990 a 2.5 kg de material por unidad de PIB.

 

Ningún otro país ha alcanzado metas tan ambiciosas. No obstante, la Comisión Europea ha emitido un paquete de economía circular en diciembre de 2015, pero aún no ha sido implementado. Sin embargo, países como Finlandia tienen como objetivo desarrollar estrategias en el uso y reciclaje eficiente de los residuos, donde ya cuenta con la mayor planta de tratamiento de residuos de los países nórdicos. Igualmente, cuenta con el fondo de innovación Sitra, el cual apoya proyectos de innovación, sostenibilidad y eficiencia en economía circular con presupuestos anuales de cerca de 30 millones de euros. Con las ventajas competitivas que ofrece la economía circular, con la puesta en marcha de la política finlandesa se espera que crezca su economía un 1.5% del PIB para 2030 y se generen 75,000 empleos adicionales en un país con una población de 5.5 millones de habitantes.