No hay duda de que la economía circular proyecta un cambio de paradigma que es ineludible para enfrentar la crisis climática y lograr acelerar la descarbonización de la industria con vistas a un futuro neutral en emisiones de carbono. De esta manera, se ayudaría en gran medida a contrarrestar los efectos de las emisiones de gases de invernadero a escala global y evitar estar por encima de los 1.5 ºC, recomendado por expertos climáticos para evitar una catástrofe.
Es por ello que la economía circular ha entrado en la discusión, al proveer un crecimiento económico desacoplado del agotamiento de recursos naturales. Algunos ejemplos los hemos visto en la economía circular del plástico, textiles, residuos electrónicos, entre otros.
Sin embargo, la aplicación de la economía circular utilizando los recursos biológicos ha estado un poco rezagada si se compara con los otros ejemplos mencionados anteriormente, los cuales se encuentran más inclinados en el ciclo técnico. Hay que recordar que uno de los pilares de la economía circular es imitar procesos biológicos a través de sistemas tecnológicos, mejor conocido como biomímesis, el cual está basado en imitar los procesos biológicos. Por lo tanto, en esta entrega destacaremos nuevamente las soluciones circulares que revalorizan los recursos que el ecosistema natural ofrece.
Una de ellas es el aprovechamiento del poso del café, el cual libera gas metano a la atmosfera, un gas de efecto invernadero 86 veces más potente que el dióxido de carbono cuando este es arrojado a los vertederos. Empresas como Kaffeform ha reutilizado este material orgánico para producir tazas compuestas de granos de café, biopolímeros, almidón, celulosa, madera, resinas naturales, ceras y aceites, creando un producto circular. Otra solución con el café se ha encontrado en la producción de biocombustibles. Los aceites naturales de los posos son extraídos y mezclados con alcohol para sufrir una reacción química conocida como transesterificación. El biodiesel final es utilizado para generar electricidad, además de producir glicerina como subproducto.
Otros ejemplos en donde los residuos alimentarios son aprovechados es en la transformación de la leche en vodka. El suero de la leche se fermenta con una levadura especial que convierte el azúcar de la leche en alcohol. Este alcohol pasa a ser destilado en vodka. Por otra parte, la empresa Sana Packaging diseña y desarrolla soluciones de empaque para la industria del cannabis utilizando 100% material de cáñamo. A su vez, la Empresa Ekolber se ha planteado convertir el colágeno animal, desechado en la ganadería mezclado junto con otros residuos del agro para producir bioplásticos para distintos usos industriales. Como pueden haber observado en esta entrega, las soluciones circulares en torno a los ciclos biológicos son variadas y pueden venir de cualquier lugar, demostrando así que las oportunidades en la agricultura y la economía circular son infinitas.