Las ciudades ocupan un rol fundamental en la economía circular al concentrar la mayoría de la población mundial en estos centros urbanos. Esto significa que existen grandes cantidades de materiales, residuos y energía producidos y consumidos en las urbes que pueden ser aprovechados aplicando los principios de la economía circular. Sin embargo, la transformación de estos actuales sistemas urbanos ‘lineares’ de producción y consumo basados en el concepto de 'tomar, usar y tirar' requieren un cambio del sistema. Esta transformación del sistema exigirá enfoques más integrales que permitan una transición hacia un modelo de economía circular que fomente la captura de valor de los materiales por el mayor tiempo posible.