La contribución de la agricultura a la economía circular: oportunidades ilimitadas

Con el pasar de los meses se escucha con más frecuencia el término economía circular, no sólo como una solución al actual sistema industrial de desperdicio infinito en un planeta de recursos finitos, sino también como un paradigma para alcanzar metas más ambiciosas en beneficio de la sociedad. Por este motivo, se ha vinculado la economía circular como estrategia de mitigación contra la crisis climática, puesto que éste es un sistema regenerativo donde los recursos utilizados se recuperan en ciclos cerrados de valor. 

Esto tendría como consecuencia positiva un sistema industrial neutral en emisiones de carbono con un rol relevante en la producción y el consumo responsable para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.

De manera general, en la economía circular se consideran dos ciclos; el ciclo de nutrientes técnicos y el ciclo de nutrientes biológicos.  La agricultura se considera parte de este último ciclo y de allí se han creado múltiples soluciones circulares que revalorizan los recursos que el ecosistema natural nos ofrece. No obstante, en ambos ciclos se crean impactos positivos en los sistemas productivos, por lo tanto, es importante destacar los diferentes beneficios que estas puedan generar y donde se puede ofrecer mayores avances.

Un ejemplo de ellos es el aprovechamiento del fruto del cacao. Actualmente, la cadena de valor del chocolate aprovecha los granos del cacao para la elaboración del producto, pero se desperdicia el resto de la biomasa del fruto. Estos desperdicios generan oportunidades para la economía circular, como es el caso de Nextcoa, cuyo objetivo es generar soluciones a la biomasa residual del cultivo del cacao, a través de producción de biomateriales, licores, mantequilla y alimentos funcionales. Los empaques ambientalmente amigables también pueden ser obtenidos con residuos agrícolas tal como sucede con el proyecto GLOPACK. El proyecto utiliza residuos de la industria alimentaria y la agricultura, como zumos de fruta en mal estado, estiércol de ganado, paja de trigo entre otros, como materia prima para dos componentes clave del embalaje. Estos componentes se convierten en gránulos, que luego se forman en envases de la misma manera que los polímeros a base de petróleo.

Finalmente, un producto con el cual muchos se sienten más familiarizado y donde se ha aprovechado los residuos agrícolas es la cerveza. La multinacional de los cereales Kellogg's y la cervecería británica Seven Bro7hers han reciclado hojuelas rechazadas de una fábrica para crear un tipo de cerveza IPA. Los copos de maíz que no pasaron el control de calidad para estar en la caja de cereales reemplazan parte del grano de trigo en la mezcla de cerveza, lo que reduce el desperdicio de alimentos y revaloriza lo que se podría haber convertido en residuo, creando "circularidad" en los ciclos biológicos.